EL PASTEL
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La técnica del pastel seco.
El
pastel es una técnica pictórica con más de cinco siglos de existencia....
aunque hay quien afirma que lo que empleaban los artistas de
Altamira o Lascaux era
algo parecido a nuestros pasteles.
Utilizado en sus comienzos como material auxiliar para colorear dibujos,
pronto adquirió valor por si mismo y se desarrolló como técnica pictórica
independiente y con un gran auge en algunos momentos y países (pensemos en
el siglo XVIII francés, en el que la pintura al pastel era tan apreciada
como el óleo o incluso preferida para hacer retratos). Durante esos cinco
siglos numerosos pintores han elegido el pastel como técnica para
desarrollar su arte, a veces en exclusiva, otras junto con las otras
técnicas.
¿De
qué se compone el pastel? Casi podemos decir que pastel es sinónimo de
pigmento. Sin pigmento no hay
color.El pigmento es lo que da color a cualquier material con el que podamos
pintar. Pues bien, de todas las técnicas, la que contiene mayor cantidad
de pigmento es el pastel. Por eso el pastel cautiva desde el primer
momento por la vivacidad de su color.
El
principal de los falsos mitos
sobre el pastel: que es poco resistente frente a la luz. Toda pintura sufre
el efecto de la luz directa. Eso es una realidad: todo pigmento tiene una
resistencia limitada a por exposición a la luz solar. Aceptada esa premisa,
apliquemos la lógica: la mayor resistencia a la luz la tiene aquel
material que contiene mayor proporción de pigmento: el pastel.
Por
otro lado el pastel carece casi por completo de las sustancias orgánicas
(aceites) que se utilizan en el óleo para hacer de aglutinante. Esas
sustancias orgánicas, por razón de su naturaleza química, sufren procesos de
oxidación que con el paso de los años ennegrecen y alteran el aspecto de las
pinturas. Una pintura al pastel, por estar libre de esos procesos de
ennegrecimiento, se conserva con su aspecto fresco e inaltrerable cien,
doscientos, trescientos años después de ser pintada...
Una
condición: El pastel debe ser protegido por un cristal. Como la acuarela, el
dibujo, el grabado... en general cualquier obra cuyo soporte sea el papel o
cartón. Eso no es a la larga ninguna desventaja, todo lo contrario: evita la
acumulación del polvo y de la suciedad ambiente.
Hay
pasteles secos en una gama de dureza que va desde algunos pasteles
extremadamente blandos hasta las barras de pastel duro. Incluso se
comercializan pasteles en polvo. Cada uno tiene sus cualidades y sus
posibilidades: unos son más cubrientes, permiten extraordinariamente la
mezcla o difuminado con la mano o con ayuda de algún material, otros por su
mayor dureza permiten trazar mejor líneas, contornos. Hay también lápices
pastel.
En
cuanto a los
soportes, aunque se suele aplicar sobre papeles especialmente
preparados, en realidad cualquier superficie que tenga la suficiente
consistencia y un determinado nivel de rugosidad puede ser utilizado para
pintar (madera, tela, cartones, superficies preparadas con diversas
imprimaciones...).
Precisamente es la combinación entre las distintas texturas de los soportes
con las cualidades de cada tipo de pastel lo que otorga a la pintura al
pastel seco una infinita variedad de posibilidades expresivas.